Finalmente, y sin casi dormir por los nervios me fui con la moto montada en el remolque hasta Montjuïc. Bajo la moto y....no arranca. Cambio la bujía, la limpio, no hay chispa. Tras casi 40 minutos de insistencia, el motor arranca. Va muy sobrada de gasolina y engrasa a bajas revoluciones. Con Esteve al frente, bajamos la aguja del carburador. A pesar de eso, a la Impala le gusta que le retuerza la oreja. En altas va bien y mejoró cuando aumenté el caudal de aire en dos ocasiones.
Metí todo el arrojo del mundo (o inconsciencia, no lo sé) y empecé la Impalada. Sin casi sin darme mucha cuenta (obviaré todo lo que tengo que revisar para que esté en mejor estado) completé los 170 Km. y me divertí como un "enano".
Ahora si, puedo decirlo: Tengo una Impala y funciona.
Me olvidaba: un par de fotos tomadas al final del recorrido.

Enhorabuena!!
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